COVID-19 Intempestivamente llegó y dejó un mensaje

El COVID-19 interrumpió los planes mejor establecidos de la mayoría de las empresas, lo que obligó a los líderes del sector minero a refinar sus objetivos estratégicos, volver a comprometerse con las partes interesadas y restablecer sus prioridades. El tema de la confianza entre la industria de la minería y su conjunto más amplio de partes interesadas ha surgido como una narrativa central de la pandemia.

¿CÓMO RESPONDIÓ LA INDUSTRIA MINERA?

La respuesta del sector ha sido rápida, alineada y ha estado impulsada por dos prioridades clave: En primer lugar, proteger la salud y la seguridad de los empleados y las comunidades locales; y, en segundo lugar, sentar las bases para apoyar la recuperación económica a más largo plazo, que incluye el apoyo a los medios de vida, la protección de las cadenas de suministro gravemente interrumpidas y la ayuda para desarrollar la resiliencia comunitaria a largo plazo ante cualquier crisis futura. Lo que esta respuesta ha dejado claro de inmediato es que las empresas, los gobiernos y las comunidades deben trabajar en colaboración para ayudar en los esfuerzos por volver a la normalidad. Trabajar de forma independiente solo dificultará la capacidad de recuperación y reconstrucción.

NUEVAS CONDICIONES EMERGENTES

La crisis de COVID-19 ha abierto los ojos a la industria minera a nuevas formas de operar, con ajustes en los horarios de trabajo, las cadenas de suministro y, especialmente, cambios en las actividades que permitan el trabajo remoto. Estos esfuerzos han sido fundamentales y muchos los ven como la nueva normalidad para la industria. Sin embargo, son solo un primer paso en lo que la industria debe hacer para desarrollar la resiliencia a largo plazo.

COMO DEBEMOS AFRONTAR LOS NUEVOS TIEMPOS

Las empresas necesitan crear nuevas plataformas y ejes tecnológicos que les permitan ser más automatizadas, basadas ​​en datos (blockchain), eficientes, sostenibles y flexibles. Aquí, se debe poner el enfoque en el uso de la automatización y la inteligencia artificial para aumentar la resiliencia de la cadena de suministro crítico. Además, la minería todavía tiene un largo camino por recorrer para romper sus modelos con el fin de optimizar las operaciones en toda la organización, y la tecnología digital puede ser un facilitador clave en ese esfuerzo. Es posible que muchas empresas hayan tenido suerte esta vez debido a que la industria progresa a un ritmo parecido, pero si no se orientan hacia la tecnología digital que les permita un trabajo y operaciones flexibles, mientras que otras sí lo hacen, ciertamente no tendrán tanta suerte la próxima vez.

Incluso antes de la pandemia, los líderes digitales tenían un rendimiento entre 2 y 3 veces superior que las empresas que no han adoptado la tecnología digital. La crisis solo ha resaltado esa brecha, ya que las empresas de minería con capacidades digitales pudieron cambiar rápidamente a operaciones remotas, mientras que otras tuvieron que cerrar esencialmente sus operaciones. Y en el futuro, se puede esperar que esa brecha se amplíe.